CIENTÍFICOS ENCUENTRAN LUGAR PROPICIO PARA BUSCAR VIDA FUERA DE LA TIERRA
Un estudio del centro Harvard – Smithsoniano para Astrofísica reveló que los racimos de estrellas viejos, densos y aislados podrían ser el lugar perfecto para encontrar fuera de la Tierra vida inteligente y sociedades avanzadas.
“De albergar planetas, los racimos estelares proveerían un ambiente perfecto para albergar vida y civilizaciones capaces de sobrevivir a largos periodos de tiempo”, explicó la astrónoma Rosanne Di Stefano.
“Si encontramos planetas y nuestras investigaciones son correctas, la búsqueda de vida inteligente podría tener resultados positivos si se direcciona hacia este tipo de formaciones estelares”, agregó.
Hasta ahora, sólo un planeta ha sido encontrado en un racimo estelar, pero Di Stefano discrepa de los críticos que dicen que estos tipos de racimos son huéspedes improbables de vida inteligente al estar repletos de viejos metales espaciales.
“Es prematuro negar la existencia de planetas en este tipo de agrupaciones”, aseguró Alak Ray perteneciente al Instituto Tata de Búsqueda Fundamental De Mumbai, quien además detalló que si los planetas de los que se habla han estado ahí durante billones de años, la vida durante todo ese tiempo pudo alcanzar niveles increíblemente complejos y con vida potencialmente inteligente. Las civilizaciones de los racimos estelares podrían comunicarse entre ellas de forma mucho más fácil que nosotros, los terrícolas.
La estrella más cercana a nuestro sistema solar está a 24 trillones de millas, es decir, cuatro años luz de distancia. “En contraste, la estrella más cercana a un racimo estelar está veinte veces más cerca: a un trillón de millas.
Esto facilitaría la comunicación estelar y la exploración de un supuesto planeta a otro”, escribió el centro de astrofísica de Harvard para avanzar en la presentación de Di Stefano. “Llamamos a los eventos como ‘la oportunidad del racimo estelar’” dijo Di Stefano a la prensa.
“Enviar una carta entre dos estrellas no demoraría más tiempo que lo que tomaba una carta de Estados Unidos en llegar a Europa en el siglo 18”.