En estos tiempos convulsos que se atraviesan.. Existen momentos donde el silencio rodea nuestra existencia.

No se sabe que decir y como decirlo.

Familias destrozadas por el coronavirus, trabajadores sin saber cómo enfrentarse a un futuro incierto.

Abuelos que viven en la soledad de los recuerdos.

Calles donde pasean gentes como autómatas.

Mascarillas que cubren rostros sin rasgos que los identifiquen.

Soledades y silencios clamorosos.

No se debe abrazar ni tocar, ni contemplar las sonrisas y las lágrimas de los demás.

Existe un sonoro silencio que solo se puede romper con el beso.

Por eso, en estos momentos, propongo que dados los avances tecnológicos existentes a través de estos medios, aflore la cultura del beso, aunque sean virtuales, dirigidos a todas aquellas personas que están sufriendo la soledad del silencio.