Caminante hay camino, se hace camino al andar. Así se expresaba el gran Antonio Machado.

Parafraseando esa reflexión es lo que está sucediendo en Punta larga y el Faro.

Se ha encontrado el camino por el que debemos transitar hasta conseguir un final feliz.

Ese camino debe ser recorrido por todos juntos, sin fisuras.

Hemos emprendido el camino de la justicia. Creo firmemente en ella, probablemente por deformación profesional.

El despacho al que se ha encargado hacer frente a la implacable aplicación de la ley de costas, está viviendo este caso no solo con argumentos jurídicos que los hay, sino desde el convencimiento de que en las viviendas que se pretenden demoler se encuentra parte de la historia de este noble pueblo.

Cuando escribo estas líneas, estoy pasando unos días de vacaciones, después de unos frenéticos días que sin pausa se trabajo para afrontar y presentar en los Tribunales las acciones que conforme a derecho corresponden.

Todavía quedan días complicados que debemos superar todos unidos, con la esperanza y confianza de que al impartir justicia se hará lo justo.

Entre todos como dijo el poeta “Hagamos camino al andar”.