Amanece… Un sol radiante, que traspasa un cielo azul infinito.

El sábado junto a numerosas personas que tienen sus viviendas en Fuencaliente y El Faro, viví, uno de los momentos más emocionantes de mi vida.

En cada una/uno de ellas/ellos, me vi representado.

Su calidez, sencillez, humildad y sinceridad, se reflejaba en sus rostros.

Sus aplausos me rejuvenecen transportandome a tiempos atrás. Pero con la diferencia, que nacían de la espontaneidad de sus sentimientos.

Cómo dije, en esta lucha incruenta emprendida me considero un Palmero más.

Nuestra arma, con independencia de las jurídicas, es la defensa a ultranza de la esencia del pueblo canario. En en eso hay que poner el alma.

Fuencaliente, es un ejemplo vivo de resistencia numantina a que sus sentimientos, sus vidas, sus costumbres y tradiciones, no queden enterradas como sucedió recientemente por el volcán.

Prometo, cómo dije, que pondré todas mis fuerzas para que esto no suceda.

Gracias Palmeros!!! por permitirme formar parte de vuestras vidas.