Parafraseando el título de una conocida película y comedia musical, escribo estas líneas en homenaje a un ser que procede del reino animal.

Existe una linda joven abogada de la que forma parte de su vida, un pequeño ser de grandes y luminosos ojos, orejas puntiagudas y unas luminosas manchas blancas en su pecho llamado LEO.

Preguntareis quién es Leo?

Es un ser diminuto, que llena su espacio vital,
un perro.

Hablando con ella dice que le quiere
como a un hijo.

Podría parecer que existe un punto de exageracion en esa aseveración. NO.

Sobre todo para aquellos como yo, amante del mundo animal y que nos han dado con su compañía momentos indescriptibles de felicidad.

Felicidad y lealtad sin ninguna exigencia a cambio.

Por cierto, que de este comportamiento deberían extraer y aprender los humanos; una leccion de amor que conllevaría alcanzar, una convivencia transparente sin dobleces.

Te entiendo amiga… Y además añado, que dicho amor hacia Leo, es perfectamente compatible, aunque distinto con el otro amor, que en su día pudieses tener para el ser que nazca de tus entrañas.

La mujer tenéis esa capacidad de la que carece el hombre.

Por cierto si se da ese feliz día, se produciría en ese momento mágico, una simbiosis entre el género animal, con el humano. Seguro que Leo, se convertirá en su mayor protector y fiel compañero.

Hasta entonces, sigue disfrutando de él, con ese compañero que goza de tu presencia.

Santa Cruz de Tenerife, a 8 Julio de 2.023.