LOS FONDOS DE INVERSIÓN
Todos pensaréis que me refiero a aquellos que se realizan en las entidades financieras para obtener la mayor rentabilidad a medio o largo plazo. No es así…
Hago mención a los que en su día, en el despacho que tutelo, aposté por personas en las que intuí podía obtener directa o indirectamente el mayor beneficio.
Directamente en mi e indirectamente en ellas.
Comenzaré: Todos estos fondos tienen nombre.
El primero se llama Sheila, invertí en ella hace años. Este fondo ha tenido variables, pero siempre ha mantenido su fortaleza basada en dos conceptos que sostienen la confianza en la inversión. Lealtad y superación.
Lealtad demostrada en este tiempo, sobre todo cuando se estuvo tambaleando por la letal pandemia. Allí demostró su fortaleza y espíritu indomable de superación.
En estos años ha demostrado que su valor ha ido in crescendo gracias a ese espíritu indomable que posee, ajeno a cualquier pose de hipocresía. Tengo pruebas irrefutables.
El segundo se llama Conchi:
La Secretaria. Ese fondo dejó de ser rentable durante un largo período de tiempo.
Un golpe duro muy duro le hizo tambalear.
Sin embargo me propuse mantenerlo, ya que hubiese sido una persona mezquina si hubiese hecho lo contrario.
Su rentabilidad nacía de su persona y su balance no podía contemplarlo haciendo números.
Hace más de un año aposté por crear dos nuevos Fondos de Inversion.
Se llaman María y Ana, nacieron al mismo tiempo. La apuesta no se apoyaba en nada sólido, pero me dejé guiar por el instinto. Creo no haberme equivocado, cuando hablo de esta forma, lo hago pensando más en la proyección de la persona que en la solidez de su bagaje profesional.
Este último se irá construyendo con la ilusión que supone el ejercicio de la abogacía y con aliento diario que pueda proyectar.
También existen otros fondos aun fluctuantes que no se si terminarán concretándose.
Habrá que esperar….
Pienso que en estos momentos donde el materialismo sigue apoderándose día a día de nuestra vida, sigo creyendo en los valores que encierra la persona. Seguiré apostando por ella aunque me equivoque.
Santa Cruz de Tenerife, a 11 Junio 2.023.