PROGRESISTAS Y CONSERVADORES
Este es un concepto que se maneja hoy en día para identificar a las personas, que son de izquierdas o derechas.
Lo preocupante con esa identidad, esa que se utilice como arma arrojadiza para considerar a nuestro adversario como enemigo.
Esa descalificación conlleva un componente de odio, que solo puede llevar a un final que ya se vivió en 1.936 y desembocó en una guerra civil fratricida.
Si analizamos la situación, las gentes que se consideran progresistas o conservadoras, salvo excepciones, por todos conocidas, coinciden en
muchas más cosas que los políticos de turno piensan.
Quienes no desean tener una vivienda digna.
Quienes no desean tener un empleo que permita subsistir sin agobios.
Quienes no desean tener una Sanidad Pública eficaz.
Quienes no desean una enseñanza sin dogmatismos.
Quienes no desean que la mujer alcance la igualdad de la que es acreedora.
Quienes no desean expresarse libremente.
En definitiva, pregunto quienes no desean vivir en Paz y Libertad?
Estoy convencido que la mayoría progresista o conservadora, si se celebrase un referéndum sobre estás cuestiones dirían categóricamente, SI.
Entonces, sea cuál sea el resultado de las elecciones del próximo 23 de Julio, tendamos una mano a nuestros adversarios y con generosidad, pongamos sobre la mesa aquellas cuestiones fundamentales en las que coincidamos.
Plasmandolas en Pactos de Estado, como se llevó a cabo en la transición, donde nos despojamos de heridas desgarradoras en aras de la paz social.
España y los españoles se lo merecen, apartemos de nuestras conciencias a quienes solo quieren vivir en el rencor y la indignidad.
Santa Cruz de Tenerife, a 9 de Julio 2.023.