Me consta que no soy nada original con el título de esta reflexión, pero considero que es el apropiado para definir las sensaciones que experimentó hacia tu persona.

Eran las 12 de la noche cuando como es mi costumbre salí a la terraza.

Frente a ella, se encuentra una iglesia rodeada de árboles, donde destacan unos cipreses que se levantan majestuosos señalando al cielo.

Miré hacia el mismo y junto al lucero deslumbrante que siempre se encuentra,
contemple por primera vez una estrella. Me froté los ojos por si era producto de mi imaginación.

No, era una realidad seguía permaneciendo .

Entonces sentí, como la lejanía puede en ocasiones tranformarse
en algo tan cercano.

Amigo Ángel estoy convencido que eras TU.

Me dije que ese punto de conexión que mantendré contigo desde ese momento será esa estrella.

Una vez a la semana, prometo que a las 12 horas conectaré contigo a través de esa estrella que lleva tu nombre.

Dialogaremos como siempre hemos hecho, de cosas sencillas, nada trascendentales, pero que forman parte de la vida real.

De las que afectan a este pueblo, que vive en un planeta, donde la rivalidad y el egoísmo priman sobre las necesidades de sus gentes y que en su mayoría, sus necesidades se reducen a contar con lo básico para ser felices.

Espero que también me digas cómo se siente uno, en esa otra dimensión.

Seguimos en contacto….