El próximo mes de Agosto, comienzan las vacaciones.

Merecidas y necesarias para quienes
trabajan en el despacho.

Sheila, Ana, María y Conchi son las personas que se han hecho acreedoras a ella y su columna vertebral.

Ha sido un año, donde se han culminado muchos de sus sueños.

Sheila, indómita, perseverante e irrepetible ha salido del nido y vuela sola. Aunque aún vuelve a refugiarse en él. Siempre ahí encontrara refugio. Es mi ahijada.

Ana y María, cómo he dicho son una pareja de jovenes diferentes, pero a quienes las une el cordón umbilical de la responsabilidad. Han llegado al final del principio. Responsabilidad, hermosa palabra, díficil en estos momentos de encontrar personas que la lleven a la práctica.

Conchi, que voy a decir de ella que no se sepa. Una mujer que nunca se da por vencida y a quien la vida le ha puesto a prueba. Madre de una preciosa niña. Luchadora nata y ganadora.

A las tres, lo saben, les deseo que pasen unas felices vacaciones.

He llegado a la convicción, que mientras pueda trasladar una pequeña dosis de felicidad lo haré.

Santa Cruz de Tenerife, a 30 Julio de 2.023.