En primer lugar, permitirme esta licencia tengo 80 años, estoy por tanto en ese umbral donde al parecer hasta ahora estaba en el corredor de la muerte; esperando que el Coronavirus me indulte o me condene con sus efectos letales.

Y os preguntaréis… Vaya introducción? Pero es lo que siento…

Dando un giro a esta sensación, diré que llevo residiendo en Canarias más de 35 años. Soy padre, abuelo y bisabuelo. Estoy felizmente casado desde hace más de 54 años.

Sin renunciar a mis raíces, digo con orgullo que me SIENTO Canario. Soy abogado y sigo ejerciendo.

En estos dramáticos momentos observo, como los medios de comunicación trasladan con tristeza, la espeluznante situación que vivimos, donde la política quiere asomarse por encima de ella. No se dan cuenta que las ideologías pasan, pero los sentimientos NO.

Los aplausos de las 19 horas responden a unos sentimientos donde no existen distinciones ideológicas.

El contemplar el azul del mar, el contemplar el majestuoso Teide, el recorrer el sendero de los montes, el esfuerzo denodado de los que se dedican a la agricultura, los que salen al mar con sus barcos a pescar en aguas turbulentas, responden a unos sentimientos.

Los Carnavales, el folclore, los molinos de gofio, la luchada, el silbo y los demás símbolos que forman parte de nuestra tradición y cultura, responden a nuestros sentimientos.

CANARIOS/AS con estas sencillas palabras y sin ninguna intención dogmática, quiero manifestar que las ideologías pasan pero LOS SENTIMIENTOS DE LOS CANARIOS NO.

Y estos sentimientos …. es lo que nos dará una fuerza irresistible para vencer al Coronavirus