EL EVENTO MULTITUDINARIO

Ayer se celebró a pesar de la decisión de la Administración, el evento organizado para que jóvenes y menos jóvenes disfrutaran con todas garantías de la vida.
Y os preguntaréis? Cómo es posible sino fue
autorizado y suspendido. Entonces es, cuando entra en juego la imaginación y el simbolismo.
El organizador esa misma noche, llevó a su hijo de un poco más de un año al escenario.
Encendió las luces y le enseño toda la escenografía montada con tanto esfuerzo, para hacer felices a los que asistieran.
El niño recorrió el escenario, miró asombrado lo que su padre le enseñaba; dando visibilidad en su imaginación, a miles de personas que en estos momentos, dónde aún el Covid nos amenaza, disfrutaban de la vida.
Ese niño es mi nieto y ese adulto es mi hijo.
Nunca me he sentido más orgulloso de el.
Ha reaccionado con la grandeza, de quienes ante una situación que haría tambalear a la mayoría, la afronta con la fortaleza y dignidad de los fuertes de espíritu.
Estoy convencido de que su hijo Theo, mi nieto nunca olvidará el día en que su padre le subió a ese escenario, dando una lección de que, aún en las situaciones más complejas, nuestra mente, tiene la fortaleza de superarlas.
Seguro que le dijo nadie te la puede qutar la dignidad y cuánta veces caigas te levantarás más fuerte