Mañana se celebra el día Internacional de la Mujer.

Por la pandemia planetaria que se padece, no es un año más….

La celebración está empañada y limitada por el Covid 19. Sin embargo, este maléfico virus no podrá evitar, que todos los corazones de las mujeres palpiten al unísono, con un sólo mensaje.

Conseguir que la igualdad en derechos sea equivalente a los hombres.

Y a esos corazones me uno sin reservas…. Esa conquista en derechos, debería ser una obviedad, pero aún en pleno siglo XXI aún no lo es.

La mujer es el epicentro de la vida, alrededor de ella giran todas las bases, en que se sustenta la convivencia.

Es el pilar fundamental en la familia, interpretando muchas veces y de forma simultánea el papel de protagonista y de actriz secundaria.

Ese protagonismo, aún no ha sido reconocido en su plenitud, por quienes aún conservan actitudes machistas, que denotan un alto complejo de inferioridad.

Desde siempre, soy un convencido de los valores que encarna la figura de la mujer.

Compañera y amiga, con mínimas excepciones, ante los avatares que debemos enfrentarnos en el recorrido de la vida.

Por eso, mi lema, ha sido, es y será, AL LADO DE UNA GRAN MUJER SUELE HABER UN GRAN HOMBRE.