LA DISTANCIA EN LA LEY COSTAS
Hace unos días vi una película llamada dos metros y medio. Narraba como dos personas aquejadas de una enfermedad contagiosa no debían acercarse a menos de esa distancia.
Se conocieron, se enamoraron pero tenían que conservar esa distancia. Llegó un momento donde el amor se impuso a la razón y se fundieron en un abrazo a riesgo de sus vidas.
Parafraseando esa historia, la Ley de Costas en su aplicación en Canarias ha olvidado la singularidad de este territorio.
Ha impuesto una distancia, qué afecta a miles de familias que generación tras generación con su esfuerzo han dado vida a lo que ahora somos.
Se imponen metros de distancia 20, 100, 500 para quienes desde tiempos ancestrales han ido creando y conformando con su sudor la historia de este pueblo.
En la actualidad, existe un ejemplo de lo que supone su aplicación cuando se olvida la historia de un pueblo Punta Larga y el Faro pertenecientes al término municipal de Fuencaliente en La Palma.
Sus habitantes son gente sencilla, trabajadora, cuyas raíces surgen de la lucha con el mar, para obtener ese don precioso: la pesca.
Se ven amenazados por una ley, que no tuvo en cuenta lo que fueron y ahora son… Nos hemos visto obligados a luchar en los Tribunales para que se haga lo justo y sus habitantes puedan seguir contemplando el mar, con la misma limpia mirada que lo contemplaron sus antepasados.
Y por ende, estamos esforzándonos para que la distancia que en política impide a las diferentes formaciones, que se aproximen a sentimientos comunes, se compartan salvando los metros de distancia que les separa para no confluir en lo esencial.
Confío que estás próximas elecciones, quiebren esa distancia y que a Canarias se la trate como merecen sus gentes, que aún estando tan lejos desean sentirse muy cerca.. En ese camino estoy y seguiré estando hasta conseguirlo con el aliento de todos.
Santa Cruz de Tenerife, a 23 de Abril de 2.023.