LAS PRACTICAS EN DERECHO

En el sistema hoy programado, terminas la carrera de derecho en la Universidad. Llenos de conocimientos jurídicos que se agolpan en tu cerebro, la mayoría teóricos y tienes que enfrentarte a un vacío, que surge de una realidad que no te han enseñado “Las prácticas”.

Entonces tienes que tener la suerte de ir a un despacho que levante el telón del escenario, donde ha de transcurrir la vida del abogado.

Es importante inocular el virus de la pasión que supone ese ejercicio.

Es una mezcla de sentimientos que van más allá de los conocimientos adquiridos.

En las prácticas, el tutor tiene una gran responsabilidad, ya que su actitud, puede marcar el futuro de quienes las realicen.

Siempre he pensado que a quienes las practican, hay que darles la mayor confianza. La responsabilidad debe nacer de ellos mismos.

Durante mi larga trayectoria profesional, han pasado por el despacho numerosos universitarios.

Aunque ellos no lo sepan, guardo en su mayoría un entrañable recuerdo.

Una de ellas, SH terminadas las prácticas, quiso continuar y yo quise que continuara. Leal y contestataria. Ya sabe lo que pienso de su futuro.

Con los dos últimos que han entrado, he tenido una grata sorpresa, me refiero a Ángela y Javier.

Les di absoluta libertad. Cada día que pasa, les veo con más ilusión, formando equipo y profundizando en los asuntos encomendados.

Quiero inculcarles, que esta profesión, es profundamente humanista. Eso supone un desgaste personal. Alegrías y tristezas, pero sobre todo, saber luchar para que se imparta justicia haciendo lo justo.

Nunca rendirse…

Eso configura el ALMA DE LA TOGA