ME DUELE LA PALMA
Cerca de la medianoche del 25 de Septiembre, escribo estas líneas frente al TV.
Las imágenes que contemplo, son las que desde hace una semana, trasladan a mi mente, la catástrofe en que se encuentra La Palma. Por el rugir y voracidad de un volcán,que surgió desde las entrañas de la tierra.
La Palma, la llamada isla bonita, viene sufriendo en sus gentes durante ese tiempo, las consecuencias devastadoras del llamado “Volcán- Cumbre Vieja”.
El dolor y el llanto envuelve a sus gentes que repentinamente se encuentran sin nada en la nada. Es una forma de morir en vida.
Toda su historia y sentimientos han sido sepultados en un cementerio cubierto de lava.
No obstante, una vez más siento un gran orgullo de vivir en Canarias.
En mi dilatada vida, nunca he conocido un pueblo que ostente tanta fortaleza.
Como comentaba a una persona amiga, este pueblo tan castigado estoy convencido que se levantará una vez más.
Confío que los diferentes Organismos e Instituciones Nacionales e Insulares cumplan sus promesas de mitigar su dolor.
Digo mitigar, porque ese dolor transciende lo material.
Para mí estos días, son unas fechas, donde solo puedo aportar el compartir con las familias afectadas su dolor.
En estos momentos, La Palma es el puntal de Canarias, que vencerá en esta lucha emprendida sobre las cenizas del volcán.