Hoy se celebran elecciones generales.

Del resultado de las urnas, saldrá el Gobierno que regirá nuestro destino en la próxima legislatura.

Respetemos el resultado con independencia que coincida o no con nuestras convicciones.

Demos un ejemplo de respeto, hacia quienes resulten ganadores.

Como he dicho en comentarios anteriores, nadie debe enarbolar con aires triunfalistas la bandera de la victoria.

En democracia, no existen vencedores y vencidos.

Esta situación solo conduce a la fragmentación de una Nación que fue superada en la llamada transición

Época que viví con intensidad…

Hay que acostumbrarse a pensar, que quien opina diferente, no es nuestro enemigo.

Busquemos puentes de unión a través del diálogo, que favorezcan los intereses del pueblo.

Debatamos con argumentos sólidos, basados en que la razón impere sobre él sin razón.

Sin olvidar, que en democracia la soberanía emana del pueblo. Pueblo que sobre todo, quiere vivir en Paz y con dignidad.

Es cierto que en la campaña que hemos sufrido. Digo bien, ha sufrido la mayoría de quienes aspiran a gobernarnos, no han sido el mejor ejemplo.

Sus propuestas, vacías de contenido… ataques personales, exabruptos y mentiras, han sido en general, el lema de sus campañas.

Hubiese pedido un mínimo rigor intelectual, hacia una nación tan diversa y rica culturalmente.

Por ello, desearía que se respete el resultado de hoy, aunque no sea al que se aspirase.

Cómo también he dicho en numerosas ocasiones, no dilapidemos la herencia que se recibió de una transición cimentada, en muchos años de sufrimiento.

Santa Cruz de Tenerife, a 23 Julio 2.023.