Siento que se escapa el tiempo …
Nunca creí que fuera capaz de escribir estas líneas, igual que nunca pensé que pudiese vivir un “Estado de Alarma” consecuencia del ya famoso Covid-19.
Se anuncia por el Gobierno, que se va a proponer la sexta prórroga.
A mi esta situación, se me ha esta haciendo interminable e insoportable. Y eso que soy uno de los afortunados, que no se ha visto afectado ni en si mismo ni en su entorno familiar.
Creía dada mi edad, que lo ha había vivido todo.. NO.
Lo que estoy viviendo, aparte del efecto devastador del Coronavirus, es la frialdad en su tratamiento. Los contagiados y fallecidos, son simples números que bailan de unos días a otros carentes de toda humanidad.
Aquellos que deberían ser ejemplo de serenidad esfuerzo y solidaridad, hacen lo contrario. Como podréis comprender, me refiero a la mayoría de los dirigentes de la clase política. Lo único que están consiguiendo es una confrontación social.
Tienen un pueblo que no se merecen . Que en la mayoría, están dando ejemplo de solidaridad y contención; de ese pueblo ha surgido lo mejor del ser humano.
Unos en el frente, como los sanitarios y fuerzas de seguridad del estado, otros permitiendo con su actividad que este país no se hunda. Estos son los auténticos HEROES.
Y preguntaréis… porque el título de este artículo?
Es una realidad a la que siempre me he resistido reconocer y que sin embargo me recuerda a diario esta situación.. La edad. Es cierto, aunque me siento joven no lo soy. Vivo más de los recuerdos del pasado, que de lo que pueda proyectarse en el futuro.
Por eso, he llegado a la conclusión, que mi vida será el día a día.
En la actualidad, mi vida se circunscribe a mi familia y el despacho. SI, SIGO TRABAJANDO.
Mi familia, esposa maravillosa,hijos entrañables, nietos y biznietos, en los que dada su edad pueden comerse el mundo.
En el despacho se ha ido produciendo una selección natural y quienes están serán los que cojan el relevo. Una persona que temporalmente está ausente. Es una joven luchadora que está librando una doble batalla, con el aliciente de una hija maravillosa, vencerá!. La otra es como es y lo peor que pudiese ocurrirla es que cambiase, como la llamo la “hereu”. Noble, leal, rebelde, pero auténtica.
Postdata. Mención especial para mis maravillosas hermanas