Existen momentos en la vida, que cuando perdemos un ser muy querido el mundo desaparece.

Quisiéramos estar con el… No es posible.

Entonces deberíamos pensar que ese acontecimiento desgarrador, debe transformarse no en un final, sino en un paréntesis en la vida.

Sino fuese así se viviria en este mundo material envueltos en una gran estafa emocional.

En la ausencia, es difícil pero no imposible creer y tener fe en el más allá. Pero egoístamente uno se aferra a su existencia y entonces aparece con luminosidad una frase que debe reconfortarnos a todos.. De aquí a la eternidad.

La vida es tan efímera, que dejaría de tener sentido. Por eso llegará el momento que nos reencontraremos, con ese amor que ha compartido nuestra vida.

Hasta entonces, respetemos su ausencia.

Santa Cruz de Tenerife, 29 de Septiembre de 2022.