Un año más se celebra el día de la mujer.

Un año convulsionado por las interferencias políticas de diferentes corrientes feministas que empañan su figura.

El feminismo sin eufemismos como conquista de valores y reivindicaciones sociales, es un concepto por el que se viene luchando desde hace siglos.

Es cierto que para conseguir algo tan natural, que a la mujer se la trate en un plano de igualdad con respecto al hombre; se han tenido y aún se tienen que salvar, de una cadena de obstáculos que surgen de una sociedad con evidentes reminiscencias machistas.

Cuando escribo estas líneas, reconozco una falta de objetividad respecto al concepto que tengo formado sobre la figura de la mujer. No obstante, estoy plenamente convencido de la prevalencia que tiene su figura.

Como he dicho en diversas ocasiones y me reitero, la mujer es el epicentro de la vida y sin ella el hombre se desdibuja en las procelosas aguas del devenir de los acontecimientos a los que hay que enfrentarse. Sobre todo cuando no son favorables.

Siempre he creído en la mujer y siempre la he contemplado con la mirada de aquellos pintores, que plasman con sus pinceles la esencia de su belleza.

Entonces me preguntó…

Como es posible que en pleno siglo XXI, se tenga aún que celebrar el día de la mujer como protesta clamorosa de reivindicaciones sociales.

Confío en que llegará el día que pueda ver dónde el significado del día de la mujer se celebré como un homenaje de todos los hombres. Hombres que gracias a su abnegación, sacrificio y apoyo han logrado metas imposibles de conseguir sin su presencia

Santa Cruz de Tenerife, a 8 de Marzo de 2.023.